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viernes, 18 de mayo de 2007

Casi como si estuvieras aquí...


Es imposible no recrearte al ardor de mis ganas















Te necesito de todas mis maneras, esas que ya conoces a la hora de amar.
Cuando al ver tus ojos y sentir que estoy provocando el fuego dentro de tus más recónditos rincones corporales, ese que te enciende y te hace ser mi gestor, hace que el impulso se acumule y produzca en mi, los placeres más censurados por esta sociedad de tabúes.


Completa mis carencias entre tus fuegos. Dame la calma que necesito para aplacar las turbulencias de mi cuerpo ardiente.

Tal cual me restas el sueño cada noche, y aunque no me toques, siento que me estás amando como si te tuviera entre mi piel y mis gemidos; entre mi cuerpo exaltado por tus latidos.
Abro mi capullo a tu miel espesa, esperando llenarme con tus fluidos.


Desde tan lejos, haces que te sienta y me vayas desvistiendo con tus ganas. Que me vayas mojando con tus alientos, y que me saborees con tu boca.


No puedo pedirle más a mis ardores que se detengan, porque se derraman de mi cuerpo, desplazándose en las noches tan de apoco para que lleguen a tu cama y me crees en tus cálidos momentos.

Inventando de la nada nuestros hologramas como seres hambrientos de transmitirse los espasmos más magníficos.

Ya no puedo sujetar mis desvelos, que enloquecen cada vez que te traigo a mi recuerdo, tiro de mi pelo aleonado desesperada porque apagues mis agitaciones y marco con mis uñas las paredes , para ahogar mis gritos desesperados.


Casi como si estuvieras, te espero en las húmedas sábanas de mi nido cálido, para saciar todo mi cuerpo al ver tu silueta mirándome, porque en cada noche y en cada día me fascina imaginar que me provocas, tocándome con tus largas manos y jugando con tus dedos entre mis pliegues.

Mi fuego no se apaga, y se enciende cual hoguera colmada de leña fresca; eres definitivamente el amor que quiero colocar en mi naturaleza de hembra, ahogando todo el placer que emano eterno.

Así, tócame, sigue, sigue no pares, quiébrame y reháceme a tu gusto, abrázame por detrás, para disfrutarte aumentando todas mis humedades.


Tu fuego me quema y me hace ceniza; se me eriza la piel de sólo desearte y de añorar esa humedad que moja mi cuerpo árido cuando estás re loco, tan así como si estuvieras ahora.

Me fascinas y me encantas, te lo he dicho y te lo digo nuevamente ; me vuelves loca , loca de deseo, hambrienta de tu olor y sedienta de tu veneno.

Ven, no te detengas , aquí estoy mi amor desnuda; gózame así tal cual lo has hecho en el tiempo esperado y en el tiempo pasado, así tal cual disfrutémonos como si aquí estuvieras ahora...

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