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viernes, 18 de mayo de 2007

Escucha caballero

El tiempo se hace nada, cuando deseo decirte tantas cosas...







Debo decir que eres un caballero, a pesar de tu coraza a veces gélida y tus gestos a veces demasiado inmóviles.


Debo decir que a veces me ayudas, me escuchas, que a veces vienes cuando puedo llamarte, que a veces tu voz me da la fuerza para luchar y seguir adelante...


Quizá deba decir que lo lamento. Lamento estar tan dolida, lamento echarte de menos, lamento sentir tu ausencia en cada rincón de mi alma, lamento decirte las cosas tan claras y afiladas, lamento seguir esperando a que reacciones a mis lágrimas, lamento desearte tanto que mi cuerpo sólo sea agua, lamento soñar cada noche que no se han roto los lazos, lamento sentirme tan débil para caer en tus brazos...


Les diré a todos que eres especial, tan especial como el brillo que sigues escondiendo en tus manos.
Les diré que en muchos momentos soy más feliz que nunca por estar a tu lado. Les diré que más de una vez reparaste mis alas y me recordaste dónde está el cielo.
Les diré que tu mente distinta es comparable a la de un sabio guerrero.
Les diré que hay bondad en tu alma.
Les diré que tu cuerpo es de fuego más que de agua.
Les diré que quieres quererme aunque los tiempos y las tierras lejanas no te permiten acercarte como yo quisiera...


Debo decir caballero, que mi mundo sin ti es parecido al otoño tibio y algo opaco. Debo decirte que la lejanía se está convirtiendo en infierno.


A pesar del dolor que he sentido en estos días, a pesar de cada secreto, de cada mentira ciega, de cada aguja clavada en mi pecho, a pesar de todo el pasado; caballero, no me arrepiento de quererte tan profundo y con un fuego tan intenso. Porque debo decir que me llevo como premio tu risa y tus besos. Porque he suspirado por ti, pero también me has cumplido algún sueño...
Debo decirte caballero, que te cuelgo cada noche en mi ventana ciega para traerte una vez más a la silueta de mi cuerpo y a mi lecho en llamas...


Debo decirte que te dejo aquí encadenado, para que nunca más emanen mis lágrimas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

sugerententemente afrodiciaco
aplausos!
josue