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domingo, 13 de mayo de 2007

Esperar



Cada minuto, cada día, cada hora se hacen infinitos cuando tanto se espera








Qué difícil es entender la distancia de la persona quién tanto se ama.
Cómo decirle a la mente que no concluya errores, que no eleve sus pensamientos al abismo y al corazón, que no se apriete y se ahogue en dolores como estigmas , que lo hagan sangrar cada vez que se trae el recuerdo de quién se añora y que el destino se empeña en distanciar?

Sin embargo, la paciencia aflora como un volcán recién emergido.
Tantas cosas vividas, tantos sentimientos chorreados y de repente el petrificante silencio y el inmenso vacío .

Todo tiene su tiempo, todo tiene su recuerdo. Cada cosa que compartimos, casa risa provocada, cada broma derramada, cada beso dado.
Los lugares recorridos, los rincones ocupados.
Aquí aún dura tu esencia niño , en cada pared de mi habitación. Tu sonrisa clavada en los huecos de cada ladrillo, escapándose a los espacios en donde anida el olvido. No puedo más!!, tu presencia navega por mi mente y quisiera salir a buscarte por esas calles oscuras e insignificantes ... ¿dónde estás?
El frío y el viento de otoño, me sopla tu nombre y me trae con él , el eco de los pasos marcados cuando venías a mi estancia.
Mis labios ansiosos de tocar los tuyos, mis manos deseosas de volver a sertir la calidez de tu piel...por qué no vienes ?, cuánto falta?...ya no quieres?
El camino forma un puente entre tu corazón y el mío, y al final de él estoy sentada esperándote aùn para abrazarte y entregarte todo lo que tengo ahogado acà adentro, si supieras còmo es; sentada bajo la luz de mi eterna luna. Corre mi niño ... aquì te espero.

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