CLICK HERE FOR THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES »

jueves, 31 de agosto de 2006

Conectándonos

Ya después de todo el movimiento diario, de las responsabilidades, de la supervivencia, tomo mi sosiego para volver a mi paz interior, a reencontrarme con las cosas que más me gustan, que más quiero ,que me divierten y que me hacen recordar que estoy viva , pero dentro de todas esas cosas y de todo lo mío es cuando una vez más apareces tú viajando para llegar otra vez a mi pantalla...


Me gusta sentir que estás ahí, al otro lado de la línea, como le llamo yo al monitor. Leyéndome, solamente aunque sólo diga tonterías, no importa sabes como lo disfrutamos. Me gusta imaginar como respiras, como vives, siempre agitada, mientras voy construyendo mis castillos en el aire, como buena constructora que soy.
Me gusta charlar contigo, aunque grandes abismos nos separen y tú sabes a que me refiero. Me gusta escuchar y romper tu voz, a alargarla o acortarla según mi estado, mi ánimo.
Es que tú y yo somos tan distintos a veces y tan iguales en otras y... tengo miedo. Hay algo dentro de mí que no me deja explicar lo que siento por ti. Atisbo su nombre, y recuerdo como tiempo atrás lo reconocí, pero hoy mis labios no me dejan, se enmudecen no dejando escapar ni una sola palabra , están sometidos a mi mente , a todo lo pasado, a todo lo que faltó...en fin no quiero encontrar su nombre todavía...no puedo. Estoy loca y trato de curar mi enfermedad a través de los recuerdos, de los bellos momentos, de esas tardes infinitas que las estaciones más bellas del sol, dejaron como testigos silenciosos de una historia sin fin o sin comienzo ,de dos seres que el destino cruzó y que cruelmente separó.
Sabrás que soy una tonta soñadora, idealista que hace de los pequeños detalles todo un cuento de hadas, y muchas veces me tira al vacío , mostrándome la realidad y que el cielo, está muy alto aún para mi, para nosotros.
Una niña que lee su propio diagnóstico en las melodías y poemas que le gustan.
¿Puede ser que yo... no, no creo no puedo estar sintiendo esto nuevamente, es más no me lo permito. No quiero sentirlo, pero....tu voz me transporta más allá de este tablero y de las mudas paredes de mi habitación. ¿Cómo no sentir escalofríos al sentir lo que estoy sintiendo?, si hasta una roca puede erosionarse con el roce del agua sobre ella; y así mi corazón lo coges y lo dejas caer suavemente sólo con el sonido de tu voz .
Tengo tanta emoción guardada que no quiero de se escape nuevamente, sólo por mis dudas, solamente quiero que se desborde como el río que recorre mis venas.
No puedo negar lo que me invade, si, es fuerte aunque hayan pasado muchos sucesos, siguieron estando ahí, dormidos, inamovibles, atentos a los cambios que van disipando temores; si este sentimiento que invade mi esencia es lo que creo que es, estoy feliz de haberlo conocido en tu persona, llegando sin golpear, sólo deslizándose lentamente bajo mi puerta para tapizarme de dulces y aromáticas fragancias.
Es verdad, nuestras esencias son rebeldes, enigmáticas, una mezcla de cosas, mas en el fondo tan locos y raros. Ay de mí!!! Quiero decirte...yo te ........., pero no es muy pronto para eso?? Anhelo decirlo con una mirada, con una caricia, con un tibio abrazo o también por qué no escondida en tus brazos, como si toda la magia de esta pócima ardiente se vertiera sobre nosotros adhiriéndose a nuestras siluetas como si fuera un conjuro para iniciar una eternidad juntos, observando como la gente pasa a nuestro lado sin vernos, como si nuestras almas se volvieran invisibles a los ojos de todos, para así seguir nuestro viaje indiferente a la felicidad que tanto le hemos pedido al cielo nos regale. Por lo mismo, no puedo negar que me gusta charlar contigo, porque me invitas a volar lejos en los momentos más inhóspitos de esta realidad que me ahoga y que me convierte en esclava de lo que quiero y no puedo ser.


lunes, 28 de agosto de 2006

Te invito un café?

...En muchas ocasiones tenemos la imperiosa necesidad, de conversar nuestras cosas con algún amigo, de hacer algún negocio o simplemente reencontrarnos con alguien que fue o es aún muy importante en nuestras vidas y que mejor que acompañados de una taza de café...



Esta vez yo te haré una invitación...¿ te tomarías un café conmigo?
-Lo querrás con crema o sin crema? Me dices sólo con azúcar y bien cargado por favor, bien yo lo tomaré con crema y bastante dulce.


Un café que nos permita compartir un momento en un espacio y en un tiempo en señal de un grato encuentro.
Un café que nos permita divagar por nuestras locuras , de esas que nos hacen tan bien al mencionarlas , que nos permita disfrutar su sabor a medida que va invadiendo nuestros paladares.

Qué me puedes contar después de tanto tiempo?
Me hablas de cómo está tu país, de tu salud, de todas tus cosas, de todas tus metas programadas, y muy tímidamente de tus sentimientos hacia mi, como protegiéndote de alguna reacción mía, como temiendo algún rechazo.
Te hablo de mis alegrías, de algunas dificultades en mis cosas, de este tiempo de destierros, de mi gente, de lo que quiero lograr y de mis sentimientos hacia el ser que me los provocó. Te veo incómodo pareciera, pero sólo es mi imaginación por el largo tiempo de ausencias.
Miro las tazas y pienso que siendo tan pequeñas cómo alcanzan para contarse toda una vida, para descubrirnos completamente, lanzar hacia fuera de nuestras mentes , todo lo que nos ahoga en un escenario de tarde aún de invierno, pero con los días tan soleados como la estación del amor.
Cómo no silenciar nuestros labios un instante y contemplarnos después de tanto tiempo?
Cómo no unir cadenciosamente nuestras miradas en pedazos de silencios?

-¿Te sirves otro?...está muy rico, recuerda que estoy invitando yo y no me lo puedes rechazar- te lo pregunto y sonrío.
Cuidado aún está muy caliente

Y así...continuamos escuchándonos como si recién nos hubiéramos conocido, pendientes del más mínimo gesto provocado por el otro, como queriendo retener la película y que no se escape ninguna escena, como si en el más sutil descuido nos permitiera acercarnos un poco más de lo debido, pero ambos nos cuidamos de no ser descubiertos, de no quedar expuestos temiendo desencadenar algo que si se suelta, ya no tendría vuelta atrás para ninguno de los dos y que bien sabemos de que se trata.
Reímos como locos de las tonteras, de tantas anécdotas que pasamos tanto así que la gente nos mira como en señal de silencio, pero no nos importa es nuestro momento y es nuestro café.
Aún parece que fue ayer cuando compartimos el primero en un local del centro de Santiago, ¿te acuerdas? y estábamos tan nerviosos como ahora.

-Permiso, me tomaré otro para acompañarte , uy!! Está muy caliente, lo tomaré despacito para que me alcance hasta el final de nuestra conversación.

Continuamos enredando nuestras charlas entre suspiros, miradas cómplices, risas, silencios y en un momento una unión de manos que al mismo tiempo ambos provocamos como grandes amigos que siempre fuimos, con matices alterados por nuestros propios sentimientos, pero al final...siempre amigos.
Me cuentas de tus hijos, de lo grande que están, de sus estudios, de cómo se portan, de que el chiquito es ya casi un campeón para la pelota y ríes con tanto orgullo al contarlo, diciendo...como el papá!
Y nos reímos, esa chispa nunca la perdimos , ni las ganas de conversar, es muy nuestro.
Haciendo una pausa, te miro y prosigo yo con mis cuentos, con mis sueños, esa parte que no ha cambiado.
Te cuento de mi, de mis cosas, planes, trabajos, de mi perrita y de lo mucho que me quiere. Te cuento de mi familia , de cómo están , de cómo piensan y miles de cosas más presentándose muy sutilmente algunos rasgos de melancolía en mi rostro al recordar tantos momentos juntos.
Te veo distinto, tienes algo especial, otro brillo en tus ojos, como contento incluso hasta la piel más tersa, que bien te hace este tiempo.
Y tú también haces lo tuyo contemplándome y llenándome de palabras que muchas veces callaste y que en este momento las siento tan diferentes y tan llenas de sentido.
Me ves distinta, pero soy la misma desde hace ya doce meses, quizás el tiempo también me entrega lo suyo y me hace entregar otra luz.

-Ya casi acabaste tu taza, espérame ya te alcanzo soy más lenteja que tú, no quiero perderme la última parte de este encuentro.

Es que ya nos hemos tomado dos cafés y nos tomaríamos muchos más, pero el tiempo ya no alcanza. Tú debes partir a tus compromisos y yo... a lo mío ,es inevitable.
Te agradezco que aceptaras mi invitación y también el hecho de poder acercarnos un poco más y compartir un rato espectacular; me divertí muchísimo, sabes como hacerlo y yo como seguirte.
Nos despedimos con un abrazo interminable y otra vez nuestras miradas tomando palabras propias como diciéndonos- sigan así, no se suelten, no se separen nunca más nosotras podemos esperarlos-, pero tú y yo no podemos, ambos tenemos nuestros rumbos...tal vez uno más rápido que el del otro, pero rumbos al final, nuestra brecha. Esas que inevitablemente necesitamos para convencernos de lo que en realidad añoramos y de que es lo justo para ser mejores y entregarle al otro.

Se sienten nuestros suspiros en señal de no querer apartarnos, pero es tarde ya, momento en el cual aprovecho para hacerte mi última pregunta antes de verte partir......algún otro día ¿ me aceptarías otro café?

domingo, 27 de agosto de 2006

Nostalgia de un olvido

Estoy consciente de que con los años terminaré olvidando hasta cómo eran tus ojos, cómo eran tus labios. Olvidaré el tono de tu voz, tus gestos, tus manos. Mas hoy en este presente que me ahoga que se va cubriendo de polvo, no puedo arrancar de mi memoria cada pequeña arruga que hacías en tu frente con tus innumerables expresiones. Y justamente es el hoy, que seguramente hace que en el azul del cielo infinito, en las aguas profundas de todos los océanos, emprendas tu travesía a algún lugar trazando una nueva aventura en el viento.
Sin embargo aún me siento viva y me queda la esperanza de que el día que no sea capaz de recordar tu boca , tu nariz o tus gestos, la incansable guerrera llamada Vida , me llevará nuevamente cerca de tus dominios. Pero ahora sólo dame una copa de olvido pues anhelo dejar de sentir mi sangre arder y a través de mi inalcanzable torre de mármol dirá adiós la princesa de este cuento que nunca llegó a ser real.Y otra vez vuelvo a mi mundo asomándome a la ventana de mi habitación buscándote en cada una de las estrellas y preguntándole a mi luna...en dónde te hallarás??

Directamente

Ya en mis horas de sosiego al cerrar mis ojos y trasladarme al laberinto más íntimo de todos mis recuerdos, puedo ver que los nuevos encuentros me muestran la simpleza de que aún queda algo de lo que existió alguna vez...que ahora posiblemente las cosas tienden a verse más fáciles dentro de las dificultades que intuyo y veo ,propias del entorno y de cada uno.
Descubro que puedo ser tan diferente con sólo una palabra, con sólo una actitud espontánea, sin tantos cuestionamientos de cómos y por qués, sin torturarme tanto con palabras que se dijeron de más o de menos

Ya no vale la pena recordar , ya no fue, sólo fue lo que fue y se hizo lo que se debió hacer, aún sin pensarlo dos veces, producto de nuestros más íntimos temores de volver a repetir una historia pasada, queriendo hacer y dar lo mejor de nosotros, sin darnos cuenta que realmente lo mejor no era tanto ser uno mismo, sino ser un poco del otro, internarse en los pensamientos del otro, y por qué no entrar en el yo del otro, simplemente para comprender...en fin se intentó a lo mejor no de la más adecuada manera, pero se intentó, a pesar del agotamiento propio de mantener las ganas pero....en fin , ya no espero o trato de no esperar.
Creo que nada que nos transporte a la felicidad – uff!! que palabra tan magnánima, cómo reconocer dónde se inicia y dónde termina??, cuál es su ancho o es infinito?? , si caduca o cada vez que la alimentamos se hace más verde y perenne??- Muchas preguntas que tal vez nunca responderemos o bien no necesitamos responderlas, sólo vivirlas puede ser que si.
Como decía nada , pero nada que nos dirija a ella debiera demorarse, aunque nuestros temores nos embarguen, nada de nada debe impedir que la disfrutemos de una manera ya no como aparentemente la disfrutábamos, sino, ahora con los pies bien en la tierra, con todas las ganas, con todos los esfuerzos, con todos los sacrificios, con toda la fuerza de lo que una vez nos unió, completamente convencidos de nuestros propios sentimientos hacia el otro y de lo que verdaderamente vamos a entregar en forma desinteresada dando lo mejor de cada uno, como una ofrenda de oro para ser ofrecido humildemente sellando así nuestro ritual.
Ya no me importa pensar si la higuera dará frutos o no, quizás no dependa de ninguno de los dos, sólo dependerá del Señor de allá arriba, dejémoselo entonces a él, es el mejor amigo y consejero aunque también es bueno ayudarlo un poco, nada es gratis.
Ya no me cansa estar naufragando a la deriva ,si sé que llegaré en algún momento al borde de la playa para asentarme de una vez y por todas con el alma tranquila de que todo lo que di y quise fue con todo mi más puro sentir.
No quiero esperar más, prefiero ir y ver que pasa, que hay...deseo llamarte y decirte de frente aún con palabras mudas que te quiero, que nunca saliste de mi, aunque estuviste muy guardado y enviado al más lejano destierro.
Es imperioso ir por más , sé que hay mucho más , puedo hacerlo, pero ir de frente dando la cara, no quiero quedarme otra vez en el más macabro silencio de la duda, no quiero que te quedes, quiero que me sigas hasta el horizonte más lejano, adonde intuyes , adonde intuyo...que estando juntos será lo mejor de un nuevo amanecer.

sábado, 26 de agosto de 2006

Intro:Convicciones

Muchas veces me he respondido a mi misma, que el tiempo es sólo un estado, un componente dinámico y lineal de cada ser, en el que estamos y no estamos, que se mueve con la rapidez que él mismo provoca , según sus propias motivaciones, según sus propias prioridades.
Cada uno de nosotros estamos insertos en él, desde que nacimos aunque no lo queramos, es implacable, mientras menos deseamos que avance a veces, es todo lo contrario y mientras más rápido lo necesitamos nos mira burlescamente ,avanzando a su propio antojo.
Me he puesto a pensar en reiteradas ocasiones como a través del tiempo, ha habido tanta gente sola, cuántos seres estarán en este instante en la soledad más absoluta y que van por él viviendo sus vidas como espectros de un mundo que gira rápidamente, de continuos cambios, buenos y malos, que pasan desapercibidos ante los demás como entes de otra dimensión.
Sin embargo aunque no lo creamos, siempre hay algo reservado para cada uno...un ser, un amigo que nos da la mano en el momento menos esperado, como si saliera de la nada, como si alguien lo colocara ahí justo cuando lo necesitamos, pues si estamos acá es por algo aunque la soledad nos golpee fuerte o bien sintamos que el amor no esta dado para nosotros.
Cada uno, somos una parte importantísima de esta gran fábula infinita que es la vida, con una misión acá, para disfrutarla allá...
Esa búsqueda infinita de por qué soy, por qué estoy, a dónde voy.
Vivimos constantemente preguntándonos los sucesos, los por qué, y muchas veces sin darnos cuenta, nuestras respuestas están ocultas muy adentro de nuestro ser, casi invisibles a nuestra razón , a nuestra mente, escabulléndose para no ser atrapadas y hechas realidad; serán nuestros temores que no nos dejan verlas? Puede ser, pero otras ocasiones con un solo clic! Ahí están , ahí se desnudan y se dejan ver, para poder sacar nuestras propias conclusiones y muchas veces arreglar todo lo que hemos hecho mal.
Eso es magia, es tener el poder y no saber ocuparlo, mas siempre estuvo ahí, y tenemos la capacidad, sólo detenernos un poco en nuestro correr cotidiano y ver más allá, para encontrar la respuesta idónea a nuestras dudas.


Somos el yo interior y el yo exterior, el que nos deja desprotegidos ante la vida y el que nos acoraza para poder defendernos de ella, es una contradicción, pero ambos son importantísimos, siempre en su justa medida.
Somos algo y somos todo...en una expresión lo más cuerda de que existimos en este espacio de tiempo, justo ahora, y que podemos sentir, podemos sufrir, podemos amar.
Pero lo más importante junto a todo lo anterior es que también tenemos la capacidad de soñar, aunque no seamos niños, aunque nos cataloguen de locos, no importa, cada uno aunque viejos seamos, serios, fríos, hoscos, nunca dejaremos de ser niños, y pensar que no cuesta nada, creo que es una de las cosas que en esta vida no requiere dinero, no se paga...está ahí, para tomarlo dándonos fe y esperanzas, ya que sin los sueños, nada de lo que está realizado en esta tierra existiría.
Los sueños tienen fuerza, tienen empuje, y dejan de ser intangibles desde el momento en que nosotros mismos los hacemos tangibles, sólidos y reales.
Que podemos luchar aunque nos lleve batallas conseguir lo que realmente consideramos valedero y bueno .
Es verdad, que muchas veces mojamos nuestras alas con el peso del miedo, de nuestras convicciones adelantadas de lo que consideramos bien o mal y de la incertidumbre, pensando anticipadamente de que no va a resultar, no sabiendo definitivamente si de verdad lo vamos a conseguir, pero creo que eso no es lo importante, lo que vale es que tenemos la fe y con ella podemos llegar muy lejos.
No importan los obstáculos que se vayan presentando, al final inconscientemente estamos seguros de que llegaremos y que mientras más nos cueste , estaremos más orgullosos de haberlo logrado.
Por eso el tiempo a pesar de su agigantado avance, finalmente termina siendo nuestro aliado, avance lento o rápido , a pasos lentos o cortos, también podemos convencerlo de que nos acompañe a nuestro ritmo y nos permita realizar por el tiempo que nos reste de estar acá en tierra firme antes de zarpar a los océanos infinitos de nuestra búsqueda final , nuestros sueños, construir nuestros anhelos y abrigar en el corazón la felicidad con ese amor que muchas veces hemos buscado, que aún no encontramos o bien a lo mejor ya está cerca, muy cerca y así plasmar en el gran libro de la vida, nuestro más hermoso final... por lo mismo estoy convencida de que nunca estaremos solos.