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miércoles, 16 de mayo de 2007

Locuras ahogadas


Los deseos me provocan locuras que no me permite regresar







Hoy te escribo desde mi puerto escondido, donde yace varada la razón y la cordura de mi mente ,por mis deseos desbordados de tenerte acomodándote a mi cuerpo.



Hoy te escribo ahogando mis locuras y mis ganas , perdiéndome en los rincones de mis navegantes barcos, llenos de moho por la espera infinita.


Sólo el faro de mi puerto, alumbra el océano bravío de mis rabias ahogadas. Aguas turbulentas que dispersan las palabras prometidas de deseos inconclusos como todo lo que emana hoy desde mi cuerpo ardiente.
Gota a gota cae la tinta en este espacio, testigo de que te escribo con el alma y con la vida.


Con hondos sentimientos , elevo mi vuelo hacia el lugar donde te encuentras. Anhelo escuchar otra vez tu voz con ansias locas y todo lo que deseas provocarme hace tanto tiempo.


Vuelan mis pensamientos hacia el ocaso de nuestros cuerpos, emanando los vapores de mis cálidos tormentos.
Ya mis ansias me están quemando la piel vertiginosamente, porque no encuentran la humedad de tus deseos.


Ardo como la llama de mi hoguera, pensando en los latidos que nos provocamos cada vez que estuvimos juntos. Loca, loca, loca insana por tu cuerpo!!

Ve aquí mi cuerpo sin descanso y muy de prisa, como existe al recuerdo de tus manos inquietas, anhelantes de sucumbir ante los perfumes lo que provocan.
Y en el confin de mis fiebres e irracionalidades , veo como tus ojos se iluminan ya menos lejanos; como el reflejo de tus gestos y tu sonrisa toma forma para acercar tu cuerpo al mar de mis ardores.


Me es imprescindible, volver a dibujar el lugar donde estuvimos, comiéndonos a pedazos como una jauría de lobos, saciando nuestra hambre con el dofrute de cada rincón de nuestros cuerpos; saciando nuestra sed , con cada sorbo de nuestras humedades.
He seguido tus pisadas y mis huellas y preguntándole a los ciegos por tu presencia, dónde te vieron el último día que me dejaste recostada entre mis sueños.


Hoy quiero volver a sentir tus suspiros, y sentir que me añoras como antes, quiero volver a sentirme viva tomándote para hacerte viajar en mis naves antiguas y llenar tu piel de mis sudores.
Pero mi barco no quiere partir todavía, con la esperanza de llenar el último boleto de su viaje, pues las añoranzas siguen varadas al ver que tus aguas aún no llegan a la orilla.


Ya su espera se hace desesperante, y el oleaje de mi océano lo mueve hacia mar adentro, donde sabe que se perderá distancia y que no habrá un nuevo regreso a mi puerto.
Como olvidar que mi sangre hierve con cada silueta que veo en la distancia, creyendo que eres tú el grumete que volverá a timonear mis ansias.


Hoy me alejo de mi orilla, porque mis horas ya no avanzan.
Se ha detenido todo, horas minutos y segundos, y ya el reloj no entrega su alarma.
Mi viaje vuelve a alargarse y a perderse frente a tanta espera, pero se que tu voz y tu cuerpo han dejado las huellas más profundas en mi, porque se tatuaron a fuego tal cual mi cuerpo en el tuyo.
No te asustes al leer mis letras, son el cúmulo de añoranzas y deseos emanados de una mujer en llamas y de las locuras ahogadas al no tenerte cerca y comprende que mis recuerdos se incendiarán cada vez que regresen como hoy lo han hecho.
Mi locura me hará amarte siempre...

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