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sábado, 12 de mayo de 2007

La dama de la ventana ( Primera parte)


El amor verdadero, crea historias inimaginables







En un momento del tiempo y en un lugar del silencioso e intangible ciberespacio, nació una historia que seguramente no sea la única de contar , por haber similares, pero si con la única diferencia que de la nada se creó un todo, de lo poco real ,se creó lo real ,porque se vivió. Es una historia muy hermosa que de sólo irla relatando no puedo dejar de emocionarme.


Tal vez la protagonista aún exista o ya esté extraviada, por tanto tiempo de silencios ,pero en resumen su experiencia vive y existe y a continuación paso a relatar.



Proveniente de una vida calmada, saliendo de inexplicables caprichos de la vida, de un dolor profundo, una mujer de no importa qué país, qué edad, qué rasgos , sin más, en un día sin hora, sin fecha, sin mes, sin año, volcó casualmente una travesía por el ciberespacio, lugar tan poco acogedor y real para ella.
Añorando distraer su mente, esquivar vestigios añejos de su vida, curiosear, volcar sus pensamientos en otras cosas, navegó y navegó por esas aguas cibernéticas que te llevan hacia cualquier lado si no tomas bien el timón, porque en ese espacio todo está, el infierno y el cielo, lo bueno y lo malo, a lugares oscuros y profundos, si la dirección se te va o bien a lugares extensos, donde se encuentran espacios culturales, visiones hermosas, o a lugares con muchas personas que son invisibles, pero que ahí están esperando hablarte o sentirse acompañadas con sólo escribir unas cuántas líneas.



Llevada por el fuerte viento ciberespacial un día por esas cosas inexplicables de la vida, aquella mujer llegó a un puerto extranjero, en donde encontró un grato recibimiento, mucha calidez, mucha buena onda, muchas conversaciones plasmadas de preguntas y experiencias de vida; toda una nueva percepción que provenía de un mundo distinto, tal vez no tan alejado de su propia tierra a unos cuántos kilómetros solamente, pero que en definitiva la hicieron sentir muy acogida desde el primer momento, de descender a esa tierra, en donde el habitante a cargo amigablemente, le brindó el más cálido recibimiento, aún sin conocerse si quiera.

Nunca pensó en quedarse, solamente conocer un lugar distinto, compartir buenos momentos, alegrías, bromas, tal vez conocer un poco más de esa persona que halló en ese puerto, que tan bien la había recibido.



Sin duda, ella decidió a través de los días y de las semanas de quedarse ahí, no quiso partir otra vez en su barca, decidió cultivar esa amistad que le brindaron, en cierta forma sentirse querida con sólo leer durante horas palabras que la hicieron sentirse tan bien y borrar lentamente de su corazón y de su mente , todo lo de su reciente pasado la había tirado lejos hace ya un poco más de un año, ese que la golpeó fuerte en un momento de su vida, y la sumergió en interminables lamentos.


El tiempo avanzó y avanzó y creo una amistad muy bella con ese ser de tierra lejanas, en donde la sola ventana del Messenger era el vínculo más preciado para ambos y que silenciosamente iba creando en su espacio, pequeñas raicillas, que más temprano que tarde darían a luz un fruto inesperado...un fruto que esa mujer jamás sospecharía.
Tal vez no muy convencida de todo lo que estuvo aconteciendo por lo poco tangible de la situación, en un momento quiso huir y terminar con todo lo que estaba viviendo a través de esa ventana, porque en definitiva no era real y no sabía si de verdad del otro lado la sinceridad existía ,y que todo quedaría ahí y no podía vivir de un sueño.



Sin embargo, casi por esas cosas inexplicables del destino, en un determinado día, aun ella con todos lo temores de la situación, del encuentro, por ser algo tan nuevo de vivir, lo irreal se hace real , la ventana del Messenger se abre del espacio cibernético al espacio terrenal y ambos bajan a tierra firme.
Comparten grandes horas de hermosos momentos, miradas, risas, gestos, un feeling increíble que se fue acrecentando y las sensaciones fueron colgándose de a poco en la mente de ella, haciéndola turbar a momentos pero a la vez comenzando a sentir diferente, encendiendo una nueva llama en su oculto corazón.



Y así fueron avanzando en esa travesía ahora sacada a tierra, y ella sintiendo en su corazón las más hermosas sensaciones por todo lo que iba descubriendo en el ser que vino de otra tierra.El tiempo y las horas corrían velozmente al verlos juntos, con ese feeling especial que emanaba a cada instante con cada cosa dicha, como si los hubieran puesto ahí por algo, porque debían ser uno para el otro .Con tantas cosas en común ,dichosos y agradecidos por el destino al haberlos acercado tan extrañamente, tal cual como aquella mujer lo pensaba cada día que pasaba y cada día que podía darse cuenta que todas las sensaciones que en un determinado momento la turbaron, se esclarecieron , mostrándose frente a ella y diciéndole que era sin duda “el amor” el que venía.


Pasaron muchos meses de conocerse, y de disfrutarse mutuamente, acrecentando cada uno sus sentimientos el uno con el otro a pesar de la propia historia, de las dificultades de ese ser lejano y de los miedos y dudas de esa mujer, pero que al final de todo, ella pudo entender que su viaje ciberespacial la llevó a encontrar el verdadero amor inexplicablemente , a traerlo a tierra firme ,que tuvo que ser así y que de alguna u otra forma , así estaba escrito.

Ya estando ella feliz ,convencida de todo, y de lo que se había creado entre ambos , un duro golpe la sacudió de nuevo, teniendo que enterrar muy dentro de ella , sus ganas, sus sentimientos, sus pensamientos, sus planes futuros, todo lo que sintió en un momento por ese ser, que por caprichosas causas del destino y por situaciones que ella nunca comprendió bien, tomaría otra vez su vuelo, internándose otra vez en su rumbo para regresar a su tierra y tratar de olvidar todo lo vivido con aquella mujer.


La vida continuó para esa mujer de la ventana, pero de otra manera, ya distante, ya más fría tal vez más dura, pero perdonando, porque para ella cuando ama perdona, a pesar del sufrimiento que pasó día a día recordando los maravillosos momentos y sintiendo que la querían verdaderamente, pero que no estaba dado para ella.


Todo quedaría ahí, encerrado en ese espacio virtual, sin hora, sin nombres, sin personas, porque así fue un sueño de meses, caprichosamente creado , en donde se conoció el querer, pero también la tristeza al saberse ella alejada y arrancada sin poder decir la más mínima palabra, solamente una decisión de él y un escrito extenso que quedó como testigo, de lo que fue y pudo ser , del querer que ella misma profesó , mas las circunstancias no quisieron , dando por muerto el capítulo y por ende ella, cerrando su ventana virtual definitivamente para no volver a sentir más dolor.

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